Resumen

El golpe de estado de Muhammad II al-Mahdí contra el califa Hisham II en 1009 provocó en al-Andalus una gran crisis que dio paso a un período de más de dos décadas de guerras civiles (fitna) y a la fragmentación política del califato en forma de reinos de taifas. La formación de la taifa de Algeciras (que se podría definir, igual que la de Málaga, como taifa califal) se debió a una escisión de la taifa de Málaga en 1035 o 1039. Ocurrió que las querellas que se dieron dentro de la familia califal bereber de los hammudíes en Córdoba se repitieron cuando se formó el reino taifa de Málaga. La escalada de los hammudíes hacia el califato de Córdoba comenzó con los hermanos Alí y al-Qasim ben Hammud que se autoproclamaban descendientes de los emires árabes parientes de Alí, yerno del profeta Mahoma, y fundadores del reino de Fez en el Magreb. Estos hermanos habían entrado en al-Andalus en 1016 y conseguido, desde los territorios de Málaga y Algeciras que les servían de cabeza de puente, hacerse, sucesivamente, con el califato.

En 1026, se encontraba en Málaga el califa hammudí Yahya ben Alí al-Mutali, hijo de Alí, primer califa hammudí, y sobrino del segundo, al-Qasim, cuando su visir en Córdoba, Abu Chafar que estaba auxiliado por una tropa de soldados bereberes, fue expulsado de la capital por una alianza entre los cordobeses y los régulos de Almería y Denia. Ante aquella situación, Yahya ben Alí al-Mutali decidió continuar siendo califa, pero desde sus territorios de Málaga y Algeciras. Su intento de ser reconocido por los otros reinos dio escasos resultados, sólo lo hizo, y por la fuerza, Muhammad ben Abbad de Sevilla. Yahya ben Alí al-Mutali acabó sus días en una emboscada ante los muros de Sevilla. Su hermano Idris I ben Alí al-Mutaayyad fue el siguiente califa malagueño postergando a su sobrino Hasan mediante intrigas de palacio. Al principio de su reinado en 1035, o al final del mismo en 1039, se creó el reino taifa de Algeciras.

Muhammad ben al-Qasim al-Mahdí (1035 o 1039-1048/9) creó el califato de Algeciras en 1035 o en 1039 cuando se independizó de Málaga.

(La incertidumbre al datar el comienzo de su reinado plantea la posibilidad de que Idris I ben Alí al-Mutaayyad de Málaga reinase aún por esas fechas en el territorio de Algeciras).

Era hijo del que fuera califa hammudí de Córdoba al-Qasim ben Hammud y primo del califa de Málaga Idris I ben Alí al-Mutaayyad. Tomó el título honorífico de al-Mahdí y fue reconocido en 1048 por los régulos: Badis de Granada, Ishaq ben Muhammad de Carmona, Muhammad ben Nuh de Morón y Abdún de Arcos; que se habían apartado del califa hammudí de Málaga Muhammad I ben Idris ben Alí al-Mahdí.

En 1043, el eslavo Abú l-Fawz ben Naya consiguió hacerse con el reino de Málaga e intentó hacerse con el de Algeciras. Para ello realizó una expedición para capturar a Muhammad al-Mahdí y hacerse con el reino. No lo consiguió y volvió a Málaga, donde fue asesinado por un esclavo de Muhammad.

Muhammad al-Mahdí murió en 1048/9 y fue sucedido por su hijo al-Qasim.

Al-Qasim al-Watiq (1048/9-1054/5) sucedió a su padre Muhammad al-Mahdí, aunque fueron los habitantes de la ciudad los que le entregaron el poder. Tomó el título honorífico de al-Watiq, pero parece ser que no llegó a ser proclamado califa. Lo prueba que las monedas acuñadas entre 1051 y 1055 continuaban llevando el nombre y título de su padre.

En 1054, al-Mutadid de Sevilla atacó al reino de Algeciras, pero al-Qasim, aunque por poco tiempo, logró contenerlo a pesar de contar con muy pocos efectivos. El algecireño pidió ayuda a los régulos bereberes, pero no la obtuvo. En 1054 o 1055, ante la imposibilidad de defender su reino, lo entregó al sevillano al-Mutadid que le permitió marchar a Ceuta; pero ante la negativa de su gobernador a recibirlo, se dirigió a Almería donde se refugió y vivió hasta su muerte.

Sucesos contemporáneos (durante todos los reinos de taifas)

Reyes y gobernantes coetáneos (sólo en la España cristiana)

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