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Reino taifa de Almería (<antes de 1011-1091>)


Situación

 

Resumen

Durante el periodo omeya, Almería y los territorios colindantes habían alcanzado una gran prosperidad gracias a su puerto marítimo a orillas del Mediterráneo. Allí se fueron sucediendo numerosos gobernadores enviados por Córdoba. Cuando en 1009 comenzó la guerra civil (fitna) tras el golpe de estado de Muhammad II al-Mahdí contra el califa Hisham II, la situación en Almería fue muy confusa e inestable. El control de la ciudad, ante el vacío de poder, se lo disputaban varias facciones armadas que luchaban entre sí: eslavos (saqalibas), autóctonos e incluso mercenarios africanos.

Aflah (antes de 1011-1014) fue el primer régulo de Almería y pertenecía al grupo de los eslavos. Antes de 1011 logró imponerse a las demás facciones y se independizó. Durante dos años logró sostenerse en el poder, pero en 1014, Jayran, régulo eslavo de Murcia, amplió sus dominios apoderándose de Almería y allí, después de mandar matar a Aflah, estableció su Corte.

Jayran (1014-1028) era el regulo eslavo del reino taifa de Murcia, y en 1014 se apoderó también del reino de Almería. Gobernó ambos reinos desde Almería, dejando como gobernador en Murcia a su amigo el también eslavo Zuhayr.

Su ambición lo llevó a participar activamente, con alianzas alternativas, en numerosos acontecimientos políticos que se desarrollaron en al-Andalus. Uno de ellos fue cuando en diciembre de aquel año, el régulo eslavo Muyahid de la taifa de Denia, para legitimarse, proclamó su propio califa eligiendo a un modesto príncipe omeya llamado Abd Allah al-Muaytí. Contra esta proclamación, Jayran y otros régulos eslavos proclamaron engañosamente a Hisham II, puesto que posiblemente ya habría muerto el año anterior.

Otra intervención fue en la primavera de 1016, cuando el gobernador de Ceuta Alí ben Hammud atravesó el Estrecho de Gibraltar para marchar contra Córdoba y derrocar al califa Sulayman al-Mustaín. Para ello negoció la neutralidad o el apoyo de los jefes políticos del sur de al-Andalus, especialmente de Zawí ben Zirí de Granada y de Jayran.

En un principio, todos los régulos taifas, menos Muyahid de Denia, reconocieron a Alí ben Hammud, hasta que los de Levante dejaron de sostenerlo y se unieron en la primavera de 1018 para prestar apoyo a un nuevo pretendiente que Jayran había encontrado y convencido para que aceptara ser presentado como aspirante legítimo al califato en oposición a Alí ben Hammud. Se llamaba Abd al-Rahman ben Muhammad ben Abd al-Malik y era bisnieto del califa omeya Abd al-Rahman III. Para realizar sus planes, Jayran se alió con el régulo árabe tuyibí Mundir ben Yahya de Zaragoza, que también estaba dispuesto a traicionar a Alí ben Hammud. Así pues, Abd al-Rahman fue entronizado con el título honorífico de al-Murtada en una localidad situada entre Valencia y Zaragoza. Con un pequeño ejército marcharon contra Córdoba, pero antes decidieron ir contra Zawí ben Zirí, régulo del reino taifa de Granada. Como el pretendiente diera muestras de no ser un pelele, sus patrocinadores decidieron traicionarlo y lo abandonaron cuando se enfrentaba al granadino. Fue derrotado y tuvo que huir. Los traidores volvieron a sus tierras y Abd al-Rahman al-Murtada se refugió en Guadix, donde unos sicarios de Jayran lo asesinaron.

El nuevo califa al-Qasim, siguiendo una política de pacificación, se reconcilió con los régulos y magnates que habían apoyado a al-Murtada. Como consecuencia de ello, confirmó a Jayran como régulo de Almería.

Pero en 1021, Jayran volvió a cambiar de bando cuando ayudó desde Almería a Yahya, sobrino del califa al-Qasim e hijo de Alí ben Hammud, para hacerse con el califato de Córdoba.

En ese mismo año, para contrarrestar la proclamación de Abd al-Aziz, nieto de Almanzor, en el reino de Valencia, Jayran nombró como soberano de sus territorios, porque necesitaba un figurón que lo legitimase, a otro nieto de Almanzor llamado Muhammad ben Abd al-Malik, que se tituló al- Mutasim.

En noviembre de 1025, el califa Yahya ben Alí ben Hammud, en su segundo mandato, se presentó en Córdoba sólo para hacerse representar por su visir Abu Chafar Ahmad ben Musa y luego volver a sus territorios de Málaga en marzo de 1026. Algo más tarde, Jayran y Muyahid, puestos de acuerdo con los cordobeses, reunieron un ejército y expulsaron de Córdoba al visir Abu Chafar. Pero les fue imposible ponerse de acuerdo para la restauración de un poder estable en la ciudad. En junio de aquel año, Jayran regresó a Almería y Muyahid volvió a Denia algo más tarde, dejando a Córdoba sumida en la anarquía.

Tras aquella intervención, Jayran no volvió a salir de Almería, pasando sus dos últimos años dentro de sus territorios. Murió de muerte natural en el verano de 1028, dejando como sucesor a su amigo Zuhayr.

Zuhayr (1028-1038), que había estado gobernando el reino de Murcia en nombre de Jayran, sucedió a este en el reino de Almería y en el de Murcia. Pero antes tuvo que vencer la resistencia de Musallana, otro eslavo que decía tener derechos a la herencia de Jayran, y al que asedió y derrotó en el castillo de Orihuela.

Como Jayran, Zuhayr se trasladó a Almería dejando la gobernación de Murcia, pero dependiendo del reino taifa de Almería, a dos magnates de la aristocracia árabe local: Abú Amir ben Jattab y Abú Bakr ben Tahir, Pronto se enfrentaron estos por el poder, y en su disputa intervino por su afán expansionista Muyahid, regulo del reino de Denia, que ayudó a Ibn Jattab y apresó a Ibn Tahir. Zuhayr reaccionó reponiendo a Ibn Tahir y trasladando a Ibn Jattab a Almería. Este hecho provocó la enemistad entre los dos régulos.

Además de Almería. Murcia y Orihuela, Zuhayr dominó Baza, Alcira, Lorca, Alicante, Jaen y Játiva. Esta última se la cedió a Abd al-Aziz, régulo de Valencia, porque le reconoció mejores derechos sobre ella.

En 1034, Zuhayr ocupó la ciudad de Córdoba durante unos meses. Parece ser que el motivo de aquel acto fuese para evitar la proclamación del falso califa Hisham II. De ser así, su acción fue inútil, ya que fue proclamado al año siguiente por el régulo de Sevilla. Con ello, al-Andalus quedó dividido entre aquellos que lo aceptaron y los que eran partidarios del califa Idris de Málaga propuesto por los hammudíes. Entre estos últimos se encontraban Zuhayr, Habus ben Maksan de Granada y Muhammad ben Abd Allah de Carmona, que se aliaron para marchar contra Sevilla consiguiendo apoderarse de Aznalcázar, donde proclamaron califa a Idris.

Cuando en 1038 murió Habus de Granada y fue sucedido por su hijo Badís, la influencia de su visir influyó en la rotura de relaciones con Zuhayr. Este atacó a Granada y en el enfrentamiento murió.

Abd al-Aziz al-Mutamin (1038-1042/4), régulo de Valencia, fue llamado por el personaje local Abú Bakr al-Ramimi, que había sido puesto por los almerienses ante el vacío de poder que supuso la muerte de Zuhayr. No se sabe si la entrega fue por voluntad propia o por imposición.

Tras su toma de posesión, Abd al-Aziz puso el gobierno del reino de Almería en manos de su cuñado y visir Abú l-Ahwas Man ben Sumadih, que lo compartió con su hermano Abú Utba. También, Abd al-Aziz debió, seguramente, enviar a Almería a su hijo Abd o Ubayd al Nasir, pero murió casi enseguida. Entre 1042 y 1044, Abú l-Ahwas Man independizó Almería de Valencia.

Abú l-Ahwas Man ben Sumadih (1042/4-1052) pertenecía al linaje árabe de los tuyibíes que entraron con los conquistadores musulmanes en al-Andalus a comienzos del siglo VIII y que se instalaron en lo que luego fue la Marca Superior. Su padre gobernó en Huesca, y aunque en un principio mantuvo buenas relaciones con su pariente Mundir de Zaragoza, tuvo que cederle Huesca y marchar desterrado a Valencia donde se puso bajo la protección de Abd al-Aziz. Dos hermanas de este se casaron con dos hijos del desterrado: Abú l-Ahwas Man y Abú Utba ben Sumadih.

Sobre la independencia de Almería hay dos versiones: en una, la independencia fue ofrecida por el régulo valenciano a los notables almerienses que eligieron a Abú l-Ahwas, luego notificaron la designación al régulo granadino, que mostró su conformidad; en la otra, la independencia fue consecuencia de una traición a Abd al-Aziz.

Abú l-Ahwas se distinguió por su buena gobernación y su cultura. No hizo alardes de ostentaciones, no adoptó título honorífico alguno y no acuñó moneda. Murió en 1052 y le sucedió su hijo Abú Yahya Muhammad.

Abú Yahya Muhammad ben Man al-Mustasim (1052-1091) tenía unos catorce años cuando sucedió a su padre, por lo que fue tutelado por su tío Abú Utba.

Antes de 1054, el gobernador de Lorca, con la ayuda de Abd al-Aziz de Valencia, aprovechó la minoría de Abú Yahya para alzarse contra Almería y tratar de conseguir su independencia. El tutor Abú Utba pidió la ayuda de Badis de Granada y juntos volvieron a recuperar la plaza, aunque más tarde consiguió la independencia.

Cuando en 1054 Abú Yahya alcanzó la mayoría de edad, tomó los títulos honoríficos de Sirdj al-Dawla y Muizz al-Dawla; pero cuando comprobó que otros régulos tomaban títulos califales, él adoptó los de al-Mustasim bi-Allah y al-Watiq bi-fadl Allah. Después, hizo un pacto de vasallaje con el régulo de Granada a cambio de protección contra posibles enemigos exteriores, aunque con alguna cláusula humillante para Almería.

En 1061, intentó aprovechar la muerte de Abd al-Aziz de Valencia para apoderarse de algunas fortalezas que le eran fieles. Para conquistar Vera, una de aquellas, pidió la ayuda de Granada, pero tuvieron que desistir por la llegada de tropas procedentes de Toledo que venían en ayuda del nuevo régulo de Valencia.

En 1066, Abú Yahya al-Mustasim rompió el pacto con Granada e intentó conquistar aquel reino. Instigado por José ben Nagrella, visir judío de Badis de Granada, que le prometió abrirle las puertas de la ciudad, al-Mustasim se apoderó de Guadix y avanzó con sus tropas hasta las cercanías de Granada. Los granadinos se alzaron contra los judíos causándoles una gran mortandad; entre los muertos estaba José. Al enterarse de aquella muerte, al-Mustasim volvió a Almería dejando una guarnición en Guadix. Badis, con la ayuda del régulo de Toledo, reconquistó Guadix y marchó contra Almería. Al-Mustasim pidió el perdón de Badis que le fue concedido a cambio de gravosos tributos.

Tras la muerte de Badis en 1073, al-Mustaim aprovechó la guerra que se desató entre Granada y Sevilla para apoderarse de Baza y de las fortalezas circundantes, que le habían sido ofrecidas por sus habitantes. Hacia 1082, Abd Allah, nuevo régulo de Granada, tuvo que firmar una tregua a cambio de ceder la fortaleza de Sant Aflay, situada entre Fiñana y Tabernas.

En 1086, los almorávides del emir Yusuf ben Tasufin, que habían entrado en al-Andalus por primera vez, se enfrentaron, con el apoyo de algunos reinos taifas, a Alfonso VI de Castilla y León y lo derrotaron en Sagrajas/Zallaqa. Abú Yahya al-Mustasim no acudió a la batalla aduciendo su avanzada edad, pero envió a su hijo Muhammad con tropas almerienses. También, en 1088, participó con los almorávides y otros reinos en el asedio a la fortaleza de Aledo situada en el reino taifa de Murcia y defendida por castellano-leoneses.

Después de apoderarse de Granada en septiembre de 1090, los almorávides marcharon contra el reino de Almería. En junio de 1091, Abú Yahya al-Mustasim murió después de dejar como sucesor a su hijo Muhammad, mientras los almorávides se situaban ante la alcazaba almeriense.

Durante su largo reinado, Abú Yahya al-Mustasim hizo de su capital uno de los grandes centros culturales de al-Andalus, rodeándose de poetas y literatos, y construyendo numerosos palacios.

Muhammad Muizz al-Dawla (de junio a noviembre de 1091) fue el último régulo de Almería y tomó el título honorifico de Muizz al-Dawla (engrandecedor de la dinastía).

El asedio de los almorávides a Almería aflojó durante el corto espacio de tiempo que tardaron en conquistar el reino de Sevilla. Su caída decidió la rendición de la alcazaba almeriense y Muizz al-Dawla, en noviembre de 1091, emprendió con su familia el camino al exilio al Magreb.

 

Sucesos contemporáneos (durante todos los reinos de taifas)

Ir a los sucesos

 

Reyes y gobernantes coetáneos (sólo en la España cristiana)

León:

Reyes de León.

Alfonso V (999-1028).
Vermudo III (1028-1037).
Sancha (1037-1065).

--------------- Unión con Castilla desde 1037 a 1065.

Alfonso VI (1065-1072).

Reyes de Castilla y León.

1ª unión.

Sancha con Fernando I "el Magno" (1037-1065).

1ª separación desde 1065 a 1072.

2ª unión.

Sancho II "el Fuerte" (1072).
Alfonso VI "el Bravo" (1072-1109).

Castilla:

Condes de Castilla. (Independiente de hecho de León).

Sancho Garcés (995-1017).
García Sánchez (1017-1029).
Mayor (1029-1035) y Sancho III "el Mayor", rey de Pamplona (1029-1035).

Reyes de Castilla.

Fernando I "el Magno" (1035-1065).

--------------- Unión con León desde 1037 a 1065.

Sancho II "el Fuerte" (1065-1072).

Navarra:

Reyes de Pamplona.

Sancho III "el Mayor" (1004-1035).
García Sánchez III "el de Nájera" (1035-1054).
Sancho Garcés IV "el de Peñalén" (1054-1076).

--------------- Unión con Aragón desde 1076 a 1134.

Rey de Pamplona y Aragón.

Sancho Ramírez (1076-1094).

Aragón:

Condados de Aragón y Sobrarbe.

------- Unidos a Pamplona hasta 1035.

Unión de Sobrarbe y Ribagorza.

Gonzalo (1035-1044).

--------------- Anexión a Aragón en 1044.

Condado de Ribagorza.

Mayor (h.1022-1025).

------- Unido a Pamplona desde 1025 a 1035.

Reyes de Aragón.

Ramiro I (1035-1063).
Sancho Ramírez (1063-1094).

--------------- Unión con Pamplona desde 1076 a 1134.

Cataluña: 

Conde de Pallars.

Suniario (996-1010).

------- División en 1010.

Condes de Pallars-Sobirá.

Guillermo II (1010-1035).
Bernardo II (1035-1049).
Artal I (1049-1081).
Artal II (1081-1124).

Condes de Pallars-Jussá.

Ramón III (1010-1047).
Ramón IV (1047-1098).

Condes de Cerdaña.

Wifredo II (988-1035).
Ramón Wifredo (1035-1068).
Guillermo I Ramón (1068-1095).

Condes de Besalú.

Bernardo I "Tallaferro" (994-1020).
Guillermo I "el Gordo" (1020-1052).
Guillermo II "Trunnus" (1052-1066).
Bernardo II (1066-1085).
Bernardo II y Bernardo III (1085-1100).

Condes de Ampurias.

Hugo I (991-1040).
Ponce I (1040-1078).
Hugo II (1078-1116).

Condes de Barcelona.

Ramón Borrell (992-1018).
Berenguer Ramón (1018-1035).
Ramón Berenguer I (1035-1076).
Ramón Berenguer II "Cabeza de estopa" (1076-1082).
Berenguer Ramón II (1082-1097).

Condes de Urgel.

Armengol I (992-1011).
Armangol II (1011-1038).
Armengol III (1038-1065).
Armangol IV (1065-1092).

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