Genealogía

Su reinado

Cuando Pedro I, en 1094, heredó el reino de Aragón y Pamplona, a la muerte de su padre Sancho Ramírez, ya había participado en importantes hechos políticos y militares. Así, en 1085 comenzó a gobernar, seguramente como regente, en Sobrarbe y Ribagorza. En 1086 asedió Tortosa y posteriormente, ante la petición de ayuda de Alfonso VI, participó en la batalla de Sagrajas contra los almorávides. Más tarde, en 1089, intervino en la toma de Monzón y desde 1090 a junio de 1091 viajo a Roma, donde conoció al papa Urbano II. En 1092, participó en el pacto de ayuda y amistad que su padre ofreció al Cid Campeador.

Su política en el interior consistió en viajar por todo el reino involucrándose en todos los asuntos que propiciasen la cohesión del mismo, asistiendo a la consagración de iglesias y repartiendo honores, riquezas y castillos entre los nobles para conseguir su fidelidad. En política exterior continuó con la fidelidad a la Santa Sede que había iniciado su padre, la aproximación a Europa y la expansión territorial.

En 1094, el avance de los almorávides en el Levante, obligó a Pedro I a posponer el asedio a Huesca y a reunirse con el Cid Campeador en Burriana, Valencia, donde acordaron una alianza militar.

En mayo de 1096, inició el asedio a Huesca. En noviembre, después de algunos combates de poca entidad, los contendientes acordaron una tregua para esperar la llegada de refuerzos de sus respectivos aliados. Al-Mustain de Zaragoza se puso al frente de un ejército en el que, además de sus tropas, estaban mercenarios cristianos y tropas de los condes García Ordóñez y Gonzalo Núñez, ambos con el permiso de Alfonso VI que se oponía a la expansión de Aragón y Pamplona. Los dos ejércitos, con casi el mismo número de tropas, ya que Pedro I también había recibido refuerzos, se enfrentaron en los llanos de Alcoraz y la victoria cayó del lado del aragonés. En noviembre de aquel año, Huesca se entregó a Pedro I.

A primeros de 1097, el rey marchó con sus tropas a Levante y en unión con las del Cid, vencieron a los almorávides en Bairén, al sur de Valencia. Cuando en abril volvió a Huesca recibió una petición de ayuda de Alfonso VI para defender Toledo. El castellano no pudo esperar la llegada del auxilio y se enfrentó a los musulmanes en Consuegra, al sur de Toledo, donde fue derrotado. Pedro I, considerando más importante la alianza contra los almorávides que la postura de Alfonso VI en la batalla de Alcoraz, entró en Toledo con tropas aragonesas y pamplonesas para ayudar al castellano, en septiembre de aquel año.

En 1098, el castillo de Calasanz que había sido conquistado por el conde Armengol IV de Urgel en 1090 y donado a la iglesia de Santa María de Solsona, sufrió una revuelta y pasó de nuevo a manos musulmanas. Pedro I, como rey y señor feudal, no pudo consentirlo y se dedicó desde marzo hasta agosto a asediarlo hasta volver a conquistarlo.

En la primavera de 1099, comenzó a preparar la conquista de Barbastro cortando sus accesos y construyendo dos castillos, uno en las proximidades del río Cinca y otro en el Pueyo de Barbastro. La muerte del Cid retrasó la conquista, ya que la presión de los almorávides sobre Aragón aumentó. Al año siguiente, después de derrotar a una expedición de auxilio, Barbastro se rindió.

En julio de 1099, los cruzados habían tomado Jerusalén y derrotado al ejército egipcio en Ascalón. Muchos nobles de Europa se hicieron cruzados y habían marchado a Oriente. Pedro I quiso hacer lo mismo, pero la carta del papa Pascual II que prohibía participar en la Cruzada a los nobles de Alfonso VI, para que continuasen la lucha contra los musulmanes en la Península, lo disuadió por estar en la misma situación.

El siguiente objetivo de Pedro I fue la conquista de Zaragoza. Para ello inició en 1101 la construcción de una fortaleza a cinco kilómetros de la ciudad que llamó Deus o vol “Dios lo quiere” (actual Juslibol). Pero Valencia fue sitiada por los almorávides y Pedro I tuvo que aplazar el asedio y trasladarse a Levante para ayudar a Alfonso VI. La campaña duró varios meses, pero no consiguió llegar a Valencia. De vuelta a Aragón, se dedicó a conquistar los castillos que aún estaban en poder de los musulmanes.

En 1104 realizó una campaña victoriosa para conquistar el valle de Arán, pero enfermó y murió en septiembre de aquel año.

Sucesos contemporáneos

Reyes y gobernantes coetáneos

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