Genealogía

Antecedentes del reino de Pamplona

Antes de formarse el reino de Pamplona existía una Vasconia superior que comprendía la zona pirenaica entre los ríos Bidasoa y Aragón con centro en Pamplona, y una Vasconia inferior que llegaba al Ebro. Al otro lado de los Pirineos se encontraba el condado de Gascuña, territorio dominado por el reino franco de Aquitania y en constantes luchas por su independencia.

Como el resto de la antigua España visigoda, el territorio vascón cayó en poder de los musulmanes en poco tiempo. En 713 los árabes recorrieron su zona meridional y entre 715 y 718 se apoderaron de Pamplona. Durante algunos años los ejércitos árabes atravesaron el territorio para luchar contra el reino de los francos, donde en 732 fueron derrotados en Poitiers por el Mayordomo de Palacio Carlos Martel. Esta derrota y la guerra civil entre bereberes y árabes de 740 fueron aprovechadas por los vascones para intentar liberarse del dominio de Córdoba. Las escaramuzas fueron constantes y el resultado alternativo.

Entre 757 y 767, los vascones se pusieron en contacto con el reino de Asturias con el fin de afianzar su independencia. Pero el rey asturiano Fruela I, al igual que sus antecesores, consideraba que las tierras vasconas le pertenecían. Por ello organizó una campaña que logró vencerlos y someterlos.

Por el norte, la expansión de los francos también amenazaba la independencia de los vascones. En 778 Carlomagno, con la complicidad del valí de Zaragoza, decidió apoderarse de la ciudad y de paso asegurarse el control del nordeste de España. A su paso por Pamplona recibió sus llaves. Cuando regresaba, sin haber conseguido sus propósitos, destruyó las murallas de Pamplona y, al cruzar el paso de Roncesvalles, su retaguardia fue atacada y destruida por los vascones.

En 781, el emir de Córdoba Abd al-Rahman I recuperó Zaragoza. Luego reafirmó su autoridad pasando por Viguera, Calahorra, Pamplona y la Cerretania (valles del curso superior del río Aragón), donde los magnates vascones le prestaron o renovaron juramentos de obediencia. Estos magnates estarían emparentados entre sí y con la familia muladí de los Banu Qasi, familia que llegaría a dominar durante el siglo IX el valle del Ebro. En 795 el valí de Pamplona era Mutarrif ben Musa ben Qasi, miembro de los Banu Qasi. En 799, una facción de vascones decidió sacudirse el yugo de Córdoba matando al valí y poniendo en su lugar a Velasco “el Gascón”, un magnate vascón partidario de los carolingios.

Otra facción de los vascones, la estirpe Íñiga emparentada con los Banu Qasi, volvió a colaborar con los musulmanes al no querer estar sometidos al influjo de los francos. En 803 ayudan a los Banu Qasi, que se habían sublevado contra el emir al-Hakam I, a tomar Tudela. Pero el dominio franco continuó. En 812, el rey franco de Aquitania Ludovico Pío, ante una nueva sublevación, se presentó en Pamplona donde impuso su autoridad, aunque parece ser que sólo en la ciudad y sus alrededores, y volvió a encumbrar a Velasco “el Gascón”. Los Íñigo con sus partidarios, bajo el liderazgo de Íñigo “Arista”, tuvieron que refugiarse en las montañas donde continuaron la lucha.

Su reinado

En 817, un ejército cordobés al mando de Abd al-Karim ibn Mugit marchó contra el territorio pamplonés para restablecer el dominio musulmán y desalojar de Pamplona a Velasco “el Gascón”. Al contingente cordobés se le unieron las tropas de la familia muladí de los Banu Qasi, al mando de Musa ben Musa, y las de su hermanastro y suegro, Íñigo Íñiguez “Arista”. Velasco “el Gascón”, que había suscrito un tratado de vasallaje con Alfonso II de Asturias, fue derrotado fácilmente y expulsado de Pamplona. Las tropas continuaron hacia el oeste para enfrentarse al asturiano, que fue derrotado en su frontera. El ya emperador de los francos Ludovico Pío, no pudo acudir en defensa de sus partidarios por estar sofocando una rebelión de los gascones. Íñigo “Arista” tomó posesión de Pamplona.

En 824, Ludovico Pío decidió acabar con la rebelión y envió un ejército al mando de los condes Eblo de Gascuña y Aznar Galindo de Aragón que sitió Pamplona. Pero una alianza entre los vascones de Íñigo “Arista”, los musulmanes de Musa ben Musa y los partidarios aragoneses de García “el Malo”, les hicieron huir. Cuando regresaban a sus tierras se produjo un segundo Roncesvalles. Los vascones junto con los musulmanes les tendieron una emboscada y exterminaron al ejército franco. Los condes fueron hechos prisioneros y Musa ben Musa reclamó al conde Eblo para enviárselo al emir Abd al-Rahman II de Córdoba. El conde Aznar Galindo, seguramente por razones de parentesco, fue puesto en libertad.

El prestigio que alcanzó Íñigo Íñiguez “Arista” en aquellos hechos, le valió ser alzado aquel año como rey de Pamplona.

En 842, las tropas Musa ben Musa y las de García Íñiguez, hijo de Íñigo “Arista” derrotaron a un ejército cordobés, cuyo general fue hecho prisionero. Sin esperar a la siguiente primavera, el emir Abd al-Rahman II envió una expedición de castigo al mando de su primogénito Muhammad, que asoló los campos de Pamplona.

En 843, Abd al-Rahman II, ante la negativa de Íñigo “Arista” de someterse a su autoridad, volvió, acompañado de sus hijos Muhammad y Mutarrif, y derrotó a las tropas aliadas de Íñigo “Arista”, Musa ben Musa, Velasco “el Gascón” y la de varios señores asturianos enviados por su rey Ramiro I. En la batalla Íñigo “Arista” y su hijo Galindo fueron heridos; el hermano del rey, Fortún, murió y Musa tuvo que huir.

En 844, García “el Malo” conde de Aragón y yerno de Íñigo “Arista”, fue muerto por Galindo Aznares, con lo que el condado de Aragón pasó nuevamente al dominio de los carolingios.

En 847, un potente ejército cordobés, al mando del príncipe Muhammad, asoló los alrededores de Pamplona.

La mala salud de Íñigo “Arista” hizo que fuera delegando progresivamente el poder en su hijo García Íñiguez. Más tarde, la cuestión religiosa será causa principal del enfriamiento paulatino de las relaciones entre este y los Banu Qasi.

Íñigo Íñiguez “Arista”, que estaba inmovilizado por una parálisis, murió en 851.

Sucesos contemporáneos

Reyes y gobernantes coetáneos

Arriba