Genealogía

Resumen

Antes de morir en el año 717, el califa Sulayman, marginando a sus hermanos, designó heredero a Omar, nieto del califa Marwan I. Natural de Medina, fue, antes de su entronización, gobernador del Hiyaz, provincia costera del mar Rojo en la península arábiga. Fue considerado pro-yemení. Hombre devoto, piadoso y justiciero, se dedicó a hacer reformas, sobre todo financieras, para resolver los acuciantes problemas de política interior que llevaban al imperio omeya al desmembramiento. Quiso equiparar en derechos y deberes a los musulmanes de origen árabe y a los no árabes (mawalíes), y ordenó, entre otras medidas, que pagasen los mismos impuestos. A pesar de sus esfuerzos, no consiguió que la fusión de todos en una misma sociedad fuese efectiva. En cuanto a los asuntos militares, no estuvo especialmente interesado en continuar la expansión del califato.

(Antes de continuar, hay que hacer constar que la información que se tiene de los hechos que acontecieron en Hispania durante esta época es escasa, difícil de datar y en más de una ocasión, contradictoria.)

Al-Hurr ben Abd al-Rahman al-Thaqafi era el valí que gobernaba al-Andalus desde el otoño de 716. Había gestionado durante el califato de Sulayman el acuerdo de este con los descendientes de Witiza, penúltimo rey visigodo, para que conservaran sus posesiones, aunque sin ningún rango político. Pero debido a que los magnates de la región de la Tarraconense y Septimania no aceptaron la renuncia de Aquila, hijo de Witiza, y eligieron como rey a Ardón para oponerse al califa, el valí tuvo que hacerles frente ocupando Barcelona y todo aquel territorio hasta los Pirineos. Todo ello provocó importantes migraciones hacia el norte de la cordillera.

Por otra parte, en el norte de la península Ibérica se produjeron unos hechos que tendrían consecuencias graves e irreversibles para el imperio musulmán. Estos hechos comienzan cuando, según la Crónica de Alfonso III, Pelayo, paje o espatario (miembro de la guardia real) de Witiza y de Rodrigo, aparece con su hermana en Asturias después de la batalla de Guadalete. El jefe bereber residente en Gijón, Munuza, lo envía a Córdoba con una delegación y en su ausencia se casa con la hermana de Pelayo o la interna en su harén. Cuando Pelayo regresa, se muestra contrario a la unión y se rebela contra Munuza. Los soldados de este lo persiguen, pero logra huir internándose en las montañas donde encuentra gentes a las que convence de la necesidad de enfrentarse al invasor musulmán. Sube con ellos a un monte llamado Auseba, donde se encuentra la cueva de Santa María –Cova dominica– (Covadonga), lugar seguro para guarecerse. Desde allí, envía mensajes a todos los astures de las cercanías. Muchos acudieron a su llamamiento y lo reconocieron como caudillo.

En las fuentes árabes se da la siguiente versión: "Cuentan algunos historiadores que el primero que reunió a los fugitivos cristianos en Hispania, después de haberse apoderado de ella los árabes, fue un infiel llamado Pelayo, natural de Asturias en Galicia, al cual tuvieron los árabes como rehén para la seguridad de la gente de aquel país, y huyó de Córdoba en tiempo de al-Hurr ben Abd al-Rahman al-Thaqafí, segundo de los gobernadores árabes de Córdoba, en el año sexto después de la conquista".

En la primavera de 719, el valí al-Hurr fue sustituido por al-Samh ben Malik al-Jawlini que estaba a las órdenes directas del califa. El encargo que tenía era el de informar al califa sobre lo que representaba el dominio de al-Andalus y el de estudiar una posible evacuación de todo el territorio. Al comprobar las grandes dificultades que entrañaría aquella contingencia, decidió consolidar la política de su antecesor. También tuvo la tarea de investigar en al-Andalus los derechos de propiedad de cada uno de los ocupantes de las tierras y de hacer una descripción de dichas propiedades para garantizar el cobro del quinto que correspondía al califa. Las protestas de los propietarios quedaron satisfechas cuando el propio califa ordenó al valí que confirmara el usufructo de las propiedades. A mediados de aquel año, al-Sahm cruzó por vez primera los Pirineos y entró en la Septimania, ocupada por los últimos visigodos. Atacó Narbona que resistió. El valí pasó ese invierno en aquel territorio. Al año siguiente, al-Sahm continuó con el ataque y conquistó finalmente Narbona, donde los defensores fueron pasados a cuchillo. Las ciudades vecinas de Besiers, Lodéve y Magalona se sometieron o fueron tomadas en las siguientes semanas, aunque Nimes resistió.

En el año 720, a los 39 años de edad, el califa Omar II murió, al parecer, envenenado. Su sucesor fue Yazid II, hermano de los anteriores califas al-Walid I y Sulayman.

Sucesos contemporáneos

Reyes y gobernantes coetáneos

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