Genealogía

Resumen

Yazid, hermano de los califas al-Walid I y Sulayman, sucedió a Omar II cuando este murió en el año 720. Desde el principio de su califato se produjeron varias guerras civiles y conflictos entre mandatarios en diferentes lugares del imperio. Una de aquellas guerras fue la que estalló en las provincias dependientes del gobierno de Basora sublevadas por al-Muhallab. El ejército del califa, al mando de Maslama, sofocó la rebelión y en la lucha murió el sublevado. La familia de este fue perseguida e incluso se vendieron como esclavos a mujeres y niños musulmanes, a pesar de que las leyes del islam lo prohibían. Este proceder incrementó el odio entre las tribus hacia el califato omeya y los grupos antiomeyas comenzaron a ganar poder. Uno de ellos, los abbasíes, conseguiría derribarlos en el año 750.

El califa Yazid II es más conocido por su "edicto iconoclasta". El cronista bizantino Teófanes afirma que un mago dijo a Yazid II que si se oponía a los iconos cristianos, reinaría durante cuarenta años. Yazid emitió el edicto que ordenaba la destrucción de las imágenes cristianas. El edicto fue cumplido sólo en algunas provincias de califato porque el califa murió el mismo año en el que se publicó.

En el extremo occidental del imperio, en al-Andalus, gobernaba desde el año 719 el valí al-Samh ibn Malik al-Jawlini. En el año 721 volvió a cruzar los Pirineos e intentó conquistar Carcasona, pero la perspectiva de un largo asedio, debido a las poderosas murallas de la ciudad, le hizo continuar hacia Tolosa para tomarla. Después de tres meses de asedio, cuando Tolosa estaba a punto de rendirse, el duque Eudes de Aquitania, que había dejado la ciudad para buscar ayuda, regresó con un ejército que derrotó al valí el 9 de junio de aquel año. La derrota fue aplastante y los árabes sufrieron graves pérdidas. Al-Samh murió al día siguiente debido a las heridas sufridas en la batalla. El resto de las tropas, dirigidas por su lugarteniente Abd al-Rahman ben Abd Allah al-Gafiqí, al que proclamaron interinamente como nuevo valí en el mismo lugar de los hechos, retrocedió hacia Narbona sin que el duque Eudes los persiguiera.

Al-Gafiqí era un hombre que gozaba de gran prestigio en al-Andalus, pero a pesar de ello, a los dos meses de su mandato, el valí de Ifriqiya lo sustituyó por Anbasa ben Suhaym al-Kalbí.

En el año 722, el nuevo valí decidió aplastar el foco de rebeldía iniciado en 718 en los asturianos Picos de Europa. La rebelión se había iniciado con escaramuzas sin importancia en tiempos del visir al-Hurr en el califato anterior. Para sofocarla, envió una expedición que venció repetidamente a las fuerzas de Pelayo. El empuje de los musulmanes les obligó a refugiarse en las estribaciones casi inaccesibles de los Picos de Europa. Ante la imposibilidad de utilizar el grueso del ejército, los musulmanes se estacionaron lejos de las gargantas del monte Auseba y enviaron un pequeño destacamento que fue vencido por Pelayo junto a la cueva de Santa María –Cova dominica– (Covadonga). Los historiadores musulmanes relatan así el fracaso: "La situación de los musulmanes llegó a ser penosa…, y considerando la dificultad del acceso, despreciaron a los cristianos encastillados en aquellas asperezas, diciendo: Treinta asnos salvajes, ¿qué daño pueden hacernos?".

Los historiadores árabes se esforzaron en minimizar la importancia de la derrota y los cronistas cristianos en magnificar la victoria. Lo cierto es que la batalla tuvo un gran valor simbólico y dio ocasión al nacimiento del pequeño reino cristiano de Asturias.

El valí Anbasa intentó conquistar las ciudades de Carcasona y Nimes en la Septimania, pero no lo consiguió.

Durante su mandato se manifestaron en al-Andalus las primeras rivalidades entre los dos grandes grupos de poder árabes: los qaysíes (sirios) y los kalbíes (yemeníes).

El califa Yazid II pretendió nombrar a su hijo al-Walid como sucesor, pero este era menor y bajo la presión de numerosos magnates omeyas accedió a nombrar a su hermano Hisham.

Yazid II murió en el año 724 de tuberculosis.

Sucesos contemporáneos

Reyes y gobernantes coetáneos

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