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Muhammad I
5º Emir independiente de al-Andalus (823<852-886>886)

Genealogía

 

Resumen


Muhammad nació en Córdoba el año 823 y era hijo del emir Abd al-Rahman II. En el 843, antes de ser entronizado, acompañó a su padre en la campaña que derrotó al rey Íñigo “Arista” en las cercanías de Pamplona. En 846, mandó una aceifa exitosa contra León, y en 847 volvió a marchar contra Pamplona, donde asoló sus alrededores.

El 22 de septiembre de 852 murió Abd al-Rahman II. Esa misma noche, una de sus esposas, Tarub, que anteriormente había conspirado con el poderoso eunuco Nasr para envenenarlo, intentó hacer proclamar a su hijo Abd Allah. Los palaciegos lo impidieron buscando al príncipe Muhammad e instalándolo en palacio. A la mañana siguiente, Córdoba se enteró de que Abd al-Rahman II había muerto y de que su hijo Muhammad había sido proclamado emir.

Poco antes de cumplir un mes desde su entronización, Muhammad I nombró valí de Zaragoza y gobernador de la Marca Superior al levantisco Musa ben Musa, de la familia muladí de los Banu Qasi que dominaba amplias regiones del valle medio del Ebro. La necesidad de mantener la fidelidad de la Marca Superior, donde su autoridad era muy escasa, lo obligó a ello.

Casi simultáneamente a aquel nombramiento, los toledanos, que desde 837 se mantenían en una forzada sumisión a Córdoba, se declararon en rebeldía. Comenzaron encarcelando al gobernador con el propósito de canjearlo por los rehenes toledanos que tenía el emir. A pesar de haber conseguido su objetivo, los toledanos no cejaron en su rebeldía. Sus tropas se dirigieron a la plaza fuerte de Calatrava y forzaron la retirada de la guarnición cordobesa. En el verano de 853, el ejército del emir consiguió recuperar Calatrava, pero no pudo impedir que los rebeldes arrasaran las granjas de la ribera del río Jándula y derrotaran a un ejército cordobés en Andújar. Temerosos de la represalia del emir, los toledanos pidieron ayuda a Ordoño I de Asturias que no dudó en enviar, en 854, un ejército al mando de su hermano Gatón, conde del Bierzo, y de García Íñiguez de Pamplona. Muhammad I respondió poniéndose al frente de su ejército, al que se unió el de Musa ben Musa, y marchando contra Toledo. En las cercanías del río Guazalete, afluente del Tajo, se produjo el enfrentamiento que dio como resultado la derrota de los rebeldes y la huida de Gatón y de García Íñiguez. Muhammad I no intentó tomar Toledo.

En 855, en la frontera occidental de la Marca Superior, Musa ben Musa mandó construir una nueva fortaleza en Albelda, entre Clavijo y los montes de Viguera, para tener una plaza estratégicamente situada en la zona de Logroño. Luego realizó una aceifa victoriosa contra los astures que fue dirigida por su hijo Mutarrif.

En 856, por mandato de Muhammad I, Musa ben Musa y sus hijos Mutarrif e Ismail, realizaron una aceifa contra Barcelona. El conde franco Odalric no pudo evitar que la ciudad fuera saqueada y que los musulmanes cogieran prisioneros a los condes francos: Sancho de Gascuña y Émenon de Périgord. Después, Musa nombró valí de Huesca a su hijo Mutarrif.

En 858, el emir se puso al frente de una expedición que tenía como objetivo tomar Toledo. Sus habitantes, abandonados por Ordoño I, se vieron obligados a rendirse y solicitar un perdón, que les fue concedido.

Ese mismo año, se produjo una nueva ofensiva de los vikingos, aunque esta vez la marina cordobesa impidió en gran medida sus correrías. Llegaron a la desembocadura del Guadalquivir pero no desembarcaron por tener noticias de que un ejército musulmán iba hacia ellos. Navegaron hasta Algeciras donde fueron rechazados. Siguieron por el litoral murciano e hicieron una incursión hasta Orihuela. A continuación asolaron las islas Baleares y remontaron el río Ebro hasta llegar a Pamplona donde cogieron prisionero a su rey García Íñiguez y pidieron un fuerte rescate por él.

(Los historiadores no se ponen de acuerdo en el itinerario que siguieron los vikingos para llegar a Pamplona. Unos opinan que debieron remontar el Ebro desde el Mediterráneo y que luego bajaron por él, otros, que entraron por el Mediterráneo y salieron por el Cantábrico. Estas dos rutas parecen poco probables, ya que tendrían que haber pasado junto a las numerosas plazas fortificadas que jalonaban el río y no hay ninguna constancia escrita de ello. Otros opinan que llegaran a Pamplona utilizando la ruta del río Bidasoa, que parece la más natural. Lo que parece incuestionable es que de una u otra forma utilizaron el Bidasoa, y lo confirma que en agosto de 2008, se encontraron los restos de un barco vikingo en el río Bidasoa cuando se construía la autovía de Irún.)

En 859, Musa ben Musa se encontraba en el apogeo de su poder y era considerado como el “tercer rey de Hispania”. La relación con sus parientes vascones se había roto debido a la intransigencia religiosa de García Íñiguez y, probablemente, por no haber contribuido al pago de parte del rescate que los vikingos habían pedido por la liberación del rey pamplonés. Todo ello propició que este abandonara la alianza que tenían los pamploneses con los Banu Qasi y que entrara en tratos con Ordoño I de Asturias.

Aquel año, probablemente gracias a aquella alianza, Ordoño I marchó contra Musa. Mientras la mitad de las fuerzas del asturiano asediaban la fortaleza de Albelda, la otra mitad atacaba a Musa que había acampado en la ladera del cercano monte Laturce, muy cerca de Clavijo. Los musulmanes fueron derrotados y forzados a retirarse, quedando Musa gravemente herido. Esta batalla es llamada tanto segunda batalla de Albelda, como del monte Laturce o de Clavijo. El triunfo de los asturianos dio origen a la leyenda de la aparición y participación del Apóstol Santiago en la batalla (Santiago Matamoros). Esta derrota provocó la pérdida de poder de los Banu Qasi y la deserción a las filas de Ordoño I de Lubb, hijo de Musa, que pocos meses antes había sido nombrado gobernador de Toledo.

También en aquel año ocurrió que Eulogio, líder del movimiento de los mártires voluntarios de la comunidad cristiana de al-Andalus, volvió a Córdoba desde el exilio y reinició sus sermones contra el islam. Por ello fue nuevamente encarcelado, juzgado y esta vez decapitado. Eulogio se convirtió así en mártir para sus seguidores, pero el movimiento fue remitiendo paulatinamente hasta su total desaparición.

En 860, Muhammad I se puso al mando de una aceifa contra los pamploneses. Antes de llegar a tierras vasconas, destituyó a Musa del cargo de gobernador de la Marca y sólo le dejó la jefatura de Tudela. Aunque sin atacar a Pamplona, la aceifa fue victoriosa con la añadidura de haber cogido prisioneros a Fortún Garcés, heredero de la corona, y a su hija Onneca. Ambos fueron llevados a Córdoba donde permanecieron veinte años.

En 862, Musa ben Musa intentó reforzar sus alianzas ante un posible cambio de actitud de Muhammad I. Al considerar que uno de sus nuevos aliados, el gobernador de Guadalajara, le había traicionado, organizó una expedición contra él. El gobernador recibió a Musa a las puertas de su ciudad. Este le pidió explicaciones de forma airada, y en la discusión Musa fue herido de muerte.

Durante unos pocos años, Muhammad I lanzó sucesivamente sus tropas contra los territorios cristianos. Así, en 863, asoló Álava y en agosto de 865, el príncipe al-Mundhir derrotó de una forma estrepitosa a los asturianos en la batalla de La Morcuera, junto a las peñas de Amaya.

Entre los años 865 y 868, se produjo una gran hambruna en al-Andalus.

En 868, tropas de Alfonso III de Asturias, al mando del conde Vimarano Pérez, avanzaron desde Galicia y tomaron Oporto. La región conquistada fue repoblada rápidamente.

En aquel mismo año, en Mérida, capital de la Marca Inferior, se desencadenó una rebelión encabezada por el muladí Abd al-Rahman ben Marwan más conocido como Ibn Chilliqí “el hijo del Gallego”. Este personaje era hijo del gobernador de Mérida que había sido asesinado por los rebeldes en Córdoba en 828. Muhammad I respondió sitiando la ciudad que, mal organizada, se rindió. Ibn Marwan fue obligado a instalarse en Córdoba y a servir en el ejército omeya.

Entre los años 873 y 874, se volvió a producir una gran hambruna en al-Andalus.

En 875, Ibn Marwan, ofendido gravemente por el visir Hashim ben Abd al-Aziz, abandonó Córdoba y se refugió con sus partidarios en el castillo de Alange, cerca de Mérida. Muhammad I consiguió rendirlo al cabo de tres meses de asedio y, después de tomar como rehén a su nieto, lo desterró a la pequeña ciudad de Badajoz. Ibn Marwan no tardó en volver a rebelarse con la ayuda de otro agitador muladí, Sadún al-Surunbaqí. En el verano de 876, el emir envió al visir Hashim para someterlo. Ibn Marwan, por medio de Sadún, pidió ayuda a Alfonso III de Asturias. Con las tropas que el asturiano le envió y con las suyas, Ibn Marwan atrajo al ejército del visir a una emboscada y lo derrotó. Hashim fue hecho prisionero y enviado a Oviedo como prueba de gratitud. Para su liberación se pidieron cien mil dinares. Al cabo de dos años fue liberado al pagar una parte del rescate, pero, hasta completar el pago, tuvo que dejar como rehenes a dos hermanos, un hijo y un sobrino. En 877, Ibn Marwan, después de no poder vencer en dos enfrentamientos al príncipe al-Mundhir, decidió marchar con sus partidarios a tierras asturianas para ponerse al servicio de Alfonso III.

En 878, el príncipe al-Mundhir realizó una expedición contra Astorga y León. Mandaba un primer ejército al que seguía un segundo de refuerzo. Alfonso III atacó y derrotó en Polvoraria, sobre el río Órbigo, al segundo ejército del príncipe. Luego esperó a al-Mundhir cerca de León, pero este se retiró y volvió a Córdoba. Después de estos acontecimientos, se firmó una tregua de tres años.

En 879 estallaron graves revueltas en los distritos montañosos del sur de al-Andalus. La causa fue la abusiva presión fiscal y las humillaciones que soportaban sus habitantes, muladíes y bereberes casi en exclusividad, por parte de las autoridades árabes de Córdoba. En un principio, se formaban pequeñas partidas de bandoleros que se dedicaban a asaltar los caminos. Las partidas fueron aumentando en número y los gobernadores se sentían incapaces de resolver el problema. El emir envió tropas, que aunque tuvieron algún éxito, no consiguieron acabar con las rebeliones.

En 881, entrando por Galicia, Alfonso III realizó con éxito una expedición que lo llevó al corazón de al Andalus.

Por ese año, el bandolero muladí Umar ben Hafsun instaló su base de operaciones en Bobastro, antiguo recinto encaramado sobre las aguas del río Guadalhorce al norte de la actual provincia de Málaga. Fortificó el recinto y reunió un ejército gracias a su fama de hombre justo y valeroso Desde su fortaleza, inició una revuelta contra el poder cordobés en toda la comarca de la actual provincia de Málaga, para luego extender sus incursiones hasta las proximidades de Córdoba. Sus hazañas lo convirtieron en el líder que aglutinó el movimiento rebelde en el sur de al-Andalus.

En 882, Muhammad I realizó una aceifa contra Alfonso III mandada por el príncipe al Mundhir, al que acompañaba el general Hashim ben Abd al-Aziz, con el que tenía unas relaciones personales muy malas. En mayo, el ejército acampó a las afueras de Zaragoza. El príncipe pidió la rendición de la ciudad que ocupaba Ismail ben Musa. Este no aceptó la rendición incondicional y cerró las puertas de la ciudad para resistir un asedio que se levantó, sin consecuencias para la ciudad, a los veinticinco días. Las tropas continuaron hacia el territorio asturiano. A su paso por Tudela, el príncipe aceptó una alianza con Muhammad ben Lubb, enemistado con su tío Ismail, que le ofrecía el apoyo de las plazas de Borja, Arnedo, Tarazona y Cascante. Cerca de León, la paridad de fuerzas hizo que al-Mundhir y Alfonso III se reunieran para negociar. Acordaron que Alfonso III entregaba a los parientes del general Hashim y, además, renunciaba a cualquier ayuda a los rebeldes del al-Andalus y que al-Mundhir, a cambio, entregaba las reliquias de Eulogio y de otros santos. Al año siguiente, el príncipe volvió a recorrer el mismo camino obteniendo el mismo resultado. Pero esta vez acordaron una paz que necesitaban tanto el emir como Alfonso III.

En 884, la audacia de las correrías del rebelde Umar ben Hafsun hizo que Muhammad I tuviera que enviar contra él al general Hashim ben Abd al-Aziz que consiguió rendirlo. Hafsun fue llevado a Córdoba y consintió en ser integrado en el ejército del emir.

En ese año, Ibn Marwan, después de haber roto con Alfonso III, regresó con sus partidarios a Badajoz, de donde fue expulsado por las tropas del príncipe al-Mundhir. El rebelde tuvo que refugiarse más al este de Badajoz y, al frente de sus cada vez más numerosos partidarios, continuó, con mayor o menor fortuna, sus enfrentamientos con el emir. Durante su reinado, Muhammad I no pudo sofocar la rebelión ni evitar la incipiente formación de un principado independiente.

Ese mismo año, el general Hashim ben Abd al-Aziz se presentó ante Zaragoza con un gran ejército. Muhammad ben Lubb, que había recuperado la ciudad, le ofreció la entrega de la plaza a cambio del reconocimiento de su autoridad sobre el territorio gobernado por su familia y de veinte mil dinares de oro. Hashim aceptó, Muhammad abandonó Zaragoza y marchó a Tudela acompañado de sus seguidores. Ahmad ben al-Barra ben Malik fue nombrado valí de la ciudad y gobernador de la Marca. A continuación el ejército musulmán, donde estaba integrado Umar ben Hafsun, se dirigió contra las tierras de Álava.

Después de haber luchado con valor en la aceifa, Umar ben Hafsun volvió a Córdoba, pero no se acostumbró a la vida en la ciudad ni al desdén de los dirigentes árabes. Como consecuencia de un altercado con el prefecto de la ciudad, huyó de Córdoba y regresó a Bobastro donde desalojó a su alcaide y volvió a reunir a sus partidarios. Decidido a forjarse un principado independiente, se fue haciendo dueño de numerosas poblaciones como: Auta, Mijas, Comares y Archidona, entre otras.

En 886, el príncipe al-Mundhir puso cerco a Bobastro con un importante contingente de tropas. Rechazó, tras dos meses de cerco, una salida de los asediados, pero no pudo explotar su éxito porque recibió la noticia de la muerte de su padre, el emir Muhammad I, y tuvo que retirarse precipitadamente hacia Córdoba para hacerse cargo del trono.


Sucesos contemporáneos

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Reyes y gobernantes coetáneos

Asturias:

Reyes de Asturias.

Ordoño I (850-866).
Alfonso III "el Magno" (866-910).

Navarra:

Reyes de Pamplona.

García I Íñiguez (851-882).
Fortún Garcés (882-905).

 Aragón:

 

 

Marca Hispánica. (Dominio carolingio).
Marca de Tolosa.

Condes de Aragón.

Galindo Aznar (844-867).
Aznar Galindo II (867-893). (Independiente)

Cataluña:

Condes de Ribagorza y Pallars.

Frédol (844-872).
Ramón I (872-920). (Independiente).

Condes de Cerdaña y Urgel.

Salomón (848-870).
Wifredo "el Velloso" (870-897).

Marca de Gotia.

Condes de Gerona.

Wifredo I (848-853).

------- (853-862). Unión con Barcelona y Ampurias.

Otger (862-870).

------- (Desde 870). Unión con Barcelona.

Conde de Ampurias.

------- (848-853). Unión con Barcelona.

------- (853-862). Unión con Barcelona y Gerona.

Suniario II (862-915).

Condes de Barcelona.

Alerán e Isembard (850-852).

------- (848-853). Unión con Ampurias.

------- (853-862). Unión con Gerona y Ampurias.

Odalrico (852-858).
Hunfrido (858-864).

------- (862-870). Separación de Gerona y Ampurias.

Bernardo de Gotia (865-878).

------- (Desde 870). Unión con Gerona.

Wifredo I "el Velloso" (878-897).

Europa occidental:

Reyes del reino franco occidental y Aquitania). (Carolingios).

Carlos II "el Calvo" (843-869). (Desde 869 a 877, se anexiona la mitad del reino franco medio).
Luis II "el Tartamudo" (877-879).
Luis III "el Joven" (879-882) y Carlomán II (879-884).
Carlos III "el Gordo" (hijo de Luis II "el Germánico") (884-887).

Emperadores carolingios.

Lotario I (840-855).
Luis II (hijo de Lotario I) (855-875).
Carlos II "el Calvo" (875-877).

------- 877-881.- Sin Emperador.

Carlos III "el Gordo" (881-887).

 

 

Reyes del reino franco medio. (Carolingios).

Lotario I (843-855).
Carlos (hijo de Lotario I) (855-864). (En Provenza).
Lotario II (hijo de Lotario I) (855-869). (En Lotaringia).
Luis II (hijo de Lotario I) (864-875). (En Provenza).

Reyes del reino franco oriental. (Carolingios).

Luis II "el Germánico" (843-869). (Desde 869 a 876, se anexiona la mitad del reino franco medio).
Luis III "el Joven" (876-879). (Desde 879 a 882, se anexiona más territorio del reino franco medio).
Carlomán (876-880). (En Baviera).
Carlos III "el Gordo" (880-882). (En Baviera). (Desde 882 a 884, además de en Baviera, también en el reino franco oriental y casi todo el reino franco medio).

------- (Desde 884 a 887, el reino franco se vuelve a unir).

Rey de todos los reinos francos. (Carolingio).

Carlos III "el Gordo" (884-887).

Italia:

Reyes de Italia. (Norte). (Carolingios).
Lotario I (840-855).
Luis II (hijo de Lotario I) (855-875).
Carlos II "el Calvo" (875-877).
Carlomán (hijo de Luis II "el Germánico") (877-880).
Carlos III "el Gordo" (880-887). (Desde 884 a 887, Rey de todos los francos).

Dux de la República de Venecia.

Pietro Tradonico (837-864).
Orso I Participazio (864-881).
Giovanni II Participazio (881-887).

Estados Pontifícios. (Papas).

San León IV (847-855).
Benedicto III (855-858).
San Nicolás I "el Grande" (858-867).
Adriano II (867-872).
Juan VIII (872-882).
Marino I = Martín II (882-884).
San Adriano III (884-885).
Esteban V (885-891).

Príncipes de Benevento. (Lombardos).

Radelgardo (851-854).
Adelchis (854-878).
Gaiferos (878-881).
Radalgiso II (881-884). 1ª vez.
Ajulfo II (884-890).

Condes de Capua. (Lombardos).

Lando I (842-860). Corregente con sus hermanos Pando y Landulfo II (842-862).
Lando II (860). (Hijo de Lando I y depuesto por Pando a los seis meses).
Pandenulfo (862). (Depuesto por Landulfo II).
Landulfo II (862-879).
Pandenulfo (879-882). 2ª vez.
Lando III (882-885).
Landenulfo I (885-887).

Príncipes de Salerno. (Lombardos).

Sicone II (851-853).
Pietro (853).
Ademaro (853-861).
Guaiferio (861-880).
Guaimario I (880-900).

Britania: Escocia:

Reyes de los Pictos.

Ciniod, hijo de Alpin (847-858). alias Kenneth mac Alpin.

Reyes de Alba (Unión de Picts y Dalriada).

Kenneth I mac Alpin (841-859).
Donald I (859-863).
Constantine I (863-877).
Aed Whitefoot (877-878).
Eochaid (878-889) junto con Giric (878-889).

Reyes de Strathclyde.

Artgal (816-872).
Run (872-878).
Eochaid (878-889).

Inglaterra:

Reyes de Northumbria.

Osbeorht (848-863).
Aelle II (863-867). Usurpador.

------- (Desde 867.- Bajo dominio del reino nórdico de York).

Reyes de York (Vikingos).

Halfdam I Ragnarson (876-877).

------- (Desde 877 a 883.- Bajo el dominio de Bernicia).

Guthfrith I Hardicnutson (883-895).

Reyes de Inglaterra.

Aethelwulf (839-856).
Aethelbald (856-860).
Aethelberht (860-866).
Aethelred I (866-871).
Aelfred "el Grande" (871-899).

Reyes de East Anglia.

Aethelweard (839-855).
San Edmund (855-870).

------- (Desde 870 a 879.- Bajo dominio vikingo).

------- Reyes vikingos de East Anglia.

Guthrum I (879-890).

Reyes de Mercia.

Beorthwulf, línea de Beornwulf (840-852).
Burghred (852-874).

------- (Desde 874 a 879.- Bajo dominio vikingo).

Aethelred II (879-884).

------- (En 884.- Bajo el dominio de Inglaterra).

Gales:

Reyes de Gwynedd.

Rhodri Mawr the Great (844-878).
Anarawud ap Rhodri (878-916).

Reyes de Morgannwg. (Glywysing).

Rhys ap Arthfael (h.815-856).
Hywel ap Rhys (856-886).
Arthfael ap Hywel (886-916).

Reyes de Powys.

Cyngen ap Cadell (808-854).
Rhodri Mawr the Great (854-878).
Merfyn ap Rhodri (878-900).

Imperio bizantino. (Bizancio):

Emperadores.

Miguel III "el Beodo" (842-867).
Basilio I (867-886).
León VI (886-912).

Imperio árabe:

Califas abbasíes (Bagdad).

Al-Mutawakkil (847-861).
Al-Muntasir (861-862).
Al-Mustain (862-866).
Al-Mutazz (866-869).
Al-Muhtadi (869-870).
Al-Mutamid (870-892).

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