Muhammad IX "el Zurdo"
Emir de Granada (h.1384<1430-1431>1453) 2ª vez
Genealogía
Su reinado
Muhammad IX nació en Granada hacia 1384 y era hijo de Abú l-Yuyus Nasr, tercer hijo del emir nazarí Muhammad V. En 1419 fue proclamado emir por primera vez gracias al derrocamiento de su sobrino segundo, el emir Muhammad VIII “el Pequeño”, por una conspiración auspiciada por la poderosa familia de los Banu l-Sarray (los Abencerrajes de las crónicas cristianas). Tras ocho años de reinado, en enero de 1427, Muhammad IX, llamado “el Zurdo”, fue también derrocado por una conspiración; esta vez efectuada por los partidarios de Muhammad VIII que lograron reponerlo en el trono, por segunda vez, después de haberlo liberado de su cautiverio en Salobreña (Granada). Muhammad IX tuvo que ponerse a salvo huyendo a Ifriquiya (Túnez), donde se puso bajo la protección del sultán Abú Faris. Desde el inicio del segundo reinado de Muhammad VIII, los Abencerrajes no dejaron de conspirar para lograr el regreso de Muhammad IX y llevarlo de nuevo al trono nazarí. Sus esfuerzos dieron fruto, ya que, con el apoyo del sultán Abú Faris y las intrigas de los reyes de Castilla y Aragón, Juan II y Alfonso V respectivamente, Muhammad IX regresó al reino de Granada, y tras provocar una corta guerra civil, derrocó, encarceló en Salobreña a Muhammad VIII y se proclamó emir por segunda vez en marzo de 1430.
En abril, un grupo de partidarios de Muhammad VIII, que habían huido de Granada, llegaron a Astudillo (Palencia) para entregar cartas de su señor al rey Juan II en las que el nazarí le informaba de su derrocamiento y encarcelamiento, y le pedía ayuda para recuperar el trono. La respuesta del castellano fue positiva porque le interesaba debilitar el reino de Granada prolongando la guerra civil.
En mayo, el repuesto emir Muhammad IX, que conservaba el título honorífico de al-Galib bi-Allah (el Vencedor por la gracia de Dios), envió una embajada a Juan II, que se encontraba en El Burgo de Osma (Soria) para firmar una tregua y un ofrecimiento de ayuda militar en su guerra contra Aragón y Navarra. Juan II demoró su respuesta hasta que llegó a un acuerdo con ambos reinos en julio. Entonces rechazó la oferta de los granadinos y envió una contraoferta inaceptable para Granada, ya que sólo pretendía ganar tiempo.
A partir de agosto, Juan II comenzó los preparativos para hacer la guerra a Granada; y en noviembre ya se produjeron los primeros enfrentamientos, si bien no en guerra abierta, en la frontera con una emboscada a las tropas granadinas en Colomera (Granada), aunque después estas se desquitaron en la localidad de Igualeja en la Serranía de Ronda (Málaga). La proximidad del invierno obligó a la suspensión de las escaramuzas hasta la primavera siguiente.
En diciembre, para evitar el auxilio exterior, Juan II envió embajadas a los sultanes Abú Faris de Ifriquiya y al benimerín Abd al-Haqq de Fez para que no prestasen ayuda a Muhammad IX. Petición que ambos emires aceptaron de diferente modo: el primero, que ya preparaba la ayuda al nazarí, la suspendió y sólo prometió la mediación entre ambos contendientes, y el segundo optó por la neutralidad.
En marzo de 1431, después de sufrir una derrota en Baza (Granada), los castellanos, al mando del mariscal de Castilla Pedro García de Herrera, lograron conquistar Jimena de la Frontera (Cádiz).
En abril, ante el clima de descontento en la población granadina por la inminente guerra abierta con Castilla sin tener perspectivas de firmar una tregua y la presión de los seguidores de Muhammad VIII que podrían fomentar una sublevación para reponerlo, Muhammad IX ordenó ejecutar en Salobreña al encarcelado emir y a su hermano Abú l-Hasan Alí.
En mayo, después de una incursión que arrasó Loja (Granada) y algunos lugares de la Vega de Granada realizada por el condestable Álvaro de Luna, Juan II se dirigió con todo su ejército contra el reino de Granada. La gran tensión y malestar que creó esta situación en la población granadina fue aprovechada por los opositores a Muhammad IX para buscar un nuevo candidato al trono. Lo encontraron en Yusuf Ibn al-Mawl (el Abenalmao de las crónicas castellanas). Yusuf era hijo de Muhammad Ibn Mawl y de una hija del emir Muhammad VI “el Bermejo” que reinó entre los años 1360 y 1362. Por lo tanto, no pertenecía a la línea masculina de los nazaríes, pero fue elegido gracias a la campaña que en su favor organizó su cuñado Ri?wan Bannigas, a pesar de que existían dos nietos del emir Yusuf II que había reinado entre los años 1391 y 1392. Eran los futuros emires Yusuf V y Abú Nasr Sad, que iniciarían sus reinados en 1445 y 1454, respectivamente.
A finales de aquel mes de mayo, cuando Juan II había llegado con su ejército a Córdoba y debatía con su consejo real la conveniencia de atacar Málaga o ir directamente contra Granada, se le presentó Bannigas y le aconsejó que podría tomar todo el reino si fuese contra Granada, porque allí se le uniría Yusuf Ibn Mawl que pretendía el trono. Juan II aceptó la propuesta que le permitiría conquistar el reino o reducirlo a vasallaje y se puso en camino hacia la Vega de Granada, adonde llegó en junio. Allí, según lo previsto, Yusuf Ibn Mawl, acompañado de su cuñado, solicitó la ayuda de Juan II para apoderarse del trono y a cambió le ofreció su vasallaje. En esta entrevista está basado el famoso romance “Abenámar”, que dice así:
¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería,
el día que tú naciste grandes señales había!
Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida,
moro que en tal signo nace no debe decir mentira.
Allí respondiera el moro, bien oiréis lo que diría:
– Yo te la diré, señor, aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho mi madre me lo decía
que mentira no dijese, que era grande villanía:
por tanto, pregunta, rey, que la verdad te diría.
–Yo te agradezco, Abenámar, aquesa tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos? ¡Altos son y relucían!
– El Alhambra era, señor, y la otra la Mezquita;
los otros los Alixares, labrados a maravilla.
El moro que los labraba cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labra, otras tantas se perdía.
El otro es Generalife, huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas, castillo de gran valía.
Allí habló el rey Don Juan, bien oiréis lo que decía:
– Si tú quisieses, Granada, contigo me casaría;
daréte en arras y dote a Córdoba y a Sevilla.
– Casada soy, rey don Juan, casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene muy grande bien me quería.
(El romance tiene una inspiración morisca. Los poetas árabes llaman frecuentemente “esposo” de una región al señor de ella, y de aquí el romance tomó su imagen de la ciudad vista como una novia a cuya mano aspira el sitiador.)
El primero de julio de 1431, el enfrentamiento entre los dos ejércitos supuso una dura derrota de las tropas granadinas mandadas por Yusuf Ibn Ahmad, sobrino de Muhammad IX, que permaneció en la Alhambra por temor a que su ausencia fuera aprovechada para una sublevación. La batalla se desarrolló en un lugar cercano a la villa de Atarfe (Granada), que se llamaría posteriormente “la Higueruela” porque en el terreno donde se dio la batalla campal solamente quedó, o tenía, una pequeña higuera. Tras la gran victoria, Juan II reconoció a Yusuf Ibn al-Mawl como emir de Granada en vasallaje a Castilla y le ofreció su ayuda para ganar el trono, pero no aprovechó la ventaja de su victoria puesto que pocos días después levantó el campamento y regresó a Castilla sin que su candidato hubiera derrocado a Muhammad IX, que seguía siendo el emir de Granada sin someterse a vasallaje ni pagar parias. Pero su soberanía quedó muy debilitada y numerosos granadinos se unieron a Ibn al-Mawl, que había acompañado a Juan II hasta Córdoba. Allí, el rey ordenó al adelantado Diego Gómez de Ribera y a Luis de Guzmán, maestre de la orden de Calatrava, que apoyasen militarmente a Yusuf Ibn al-Mawl. Mandato que cumplieron haciendo correrías por las zonas fronterizas fieles a Muhammad IX y favoreciendo a los posibles partidarios del pretendiente. Por ello, algunas villas comenzaron a declararse a favor de Yusuf Ibn al-Mawl, como, entre otras: Montefrío (Granada), Cambil y El Castellar (ambas en Jaén), Alicún (Almería) y Casarabonela y Ardales (ambas en Málaga). En esta última, Yusuf Ibn al-Mawl y el adelantado Gómez de Ribera firmaron el acuerdo de vasallaje a Juan II en septiembre de 1431, que sería ratificado cuando el pretendiente accediera al trono.
A principios de diciembre tropas castellanas, con la ayuda de los habitantes de Loja (Granada) que se habían sublevado a favor del pretendiente, derrotaron a un destacamento que había enviado Muhammad IX para apoyar a la guarnición de su alcazaba, que le era fiel. Como consecuencia de ello, las cercanas Archidona (Málaga) e Iznájar (Córdoba) se entregaron sin resistencia. Por último, la propia ciudad de Granada reconoció a Yusuf Ibn al-Mawl.
A finales de diciembre, Muhammad IX abandonó la Alhambra seguido de ciento cincuenta caballeros y se dirigió a Almería para, posteriormente, trasladarse a Málaga. Le acompañaron sus sobrinos Yusuf Ibn Ahmad, futuro Yusuf V (llamado “el infante Cojo” en las crónicas cristianas) y su hermana. Además, se llevó el tesoro real y a dos hijos de Muhammad VIII como rehenes.
Mientras tanto, Yusuf Ibn al-Mawl envió a su cuñado
Ridwan Bannigas, acompañado de seiscientos caballeros, a ocupar Granada;
y, tras derrotar a los partidarios de “el Zurdo”, entraron
en la ciudad y tomaron la Alhambra el treinta y uno de diciembre de 1431. Acabándose
así el segundo reinado de Muhammad IX.
Sucesos contemporáneos
Reyes y gobernantes coetáneos (sólo en la Península Ibérica)
Castilla y León: | Rey de Castilla y León. Juan II (1406-1454). |
Aragón: | Rey de la Corona de Aragón. Alfonso V "el Magnánimo" (1416-1458). |
Navarra: | Reyes de Navarra. Blanca (1425-1441) y Juan II de Aragón (1425-1479). |
Condado catalán no integrado en la Corona de Aragón: |
Conde de Pallars-Sobirá. Arnaldo Roger IV (1424-1451). |
Portugal: | Rey de Portugal. Juan I (1385-1433). |