Alfonso IV "el Benigno"
Rey
de la Corona de Aragón (1299<1327-1336>1336)
Genealogía
Su reinado
Alfonso nació en Nápoles (Italia) en 1299 y era el segundo hijo varón de Jaime II, rey de la Corona de Aragón, y de Blanca de Anjou.
En 1314, el infante Alfonso se casó en Lérida con Teresa de Entenza, sobrina-nieta del conde Armengol X de Urgel, que era heredera del condado al no existir sucesión directa.
En 1320, el infante Alfonso fue reconocido como nuevo heredero de la Corona de Aragón en las cortes de Zaragoza. Ocupó el primer lugar en la línea sucesoria porque, a finales del año anterior, el primogénito Jaime renunció a sus derechos para ingresar en la orden Hospitalaria de San Juan. Profesó después de haber abandonado, recién terminada la misa de esponsales, a su esposa Leonor, hermana del rey Alfonso XI de Castilla y León.
En 1323, su padre Jaime II, para hacer valer los derechos que le había otorgado en 1295 el papa Bonifacio VIII sobre Córcega y Cerdeña por haber renunciado al reino de Sicilia, terminó de preparar un ejército que dirigiría el infante Alfonso para invadir Cerdeña que estaba bajo el dominio de la república de Pisa. En mayo, aquel ejército partió desde Port-Fangós (actualmente San Carlos de la Rápita) para poner rumbo a Mahón, en Menorca, donde se le unieron galeras mallorquinas. Con un total de cincuenta y tres galeras, mil caballeros y cinco mil infantes, Alfonso se dirigió a Cerdeña donde, después de desembarcar, sitió Villa de Chiesa (actual Iglesias) y Cáller (actual Cagliari) con la ayuda de las tropas del juez mandatario de Arborea, que en julio se había declarado vasallo de Jaime II. Durante el sitio de Villa de Chiesa se desencadenó una epidemia de fiebres que costó la vida a casi medio ejército, afectando también al infante y a su esposa Teresa de Entenza que le acompañaba. Ello obligó a Jaime II a enviar importantes refuerzos. Antes de terminar el año, Pisa, utilizando tropas de diversas procedencias embarcadas en naves genovesas, fracasó en un intento de atacar al puerto de Canelles, donde invernaba parte del ejército aragonés.
A comienzos de 1324, después de rendir Villa Chiesa, el infante Alfonso ordenó que sus maltrechas tropas se unieran a las que sitiaban Cáller y que la flota se dispusiera a luchar contra otra de socorro que enviaba Pisa. No hubo enfrentamiento naval, pero sí terrestre con resultado positivo para el infante aragonés en la batalla de Lucocisterna. Durante el cerco de Cáller, el infante mandó construir el castillo de Bonayre frente a la ciudad. Nuevamente el infante recibió de Jaime II un refuerzo de dieciocho galeras. Los pisanos intentaron recuperar Villa Chiesa pero fracasaron ante la caballería de Alfonso. En junio Aragón y Pisa firmaron la paz estableciendo que, entre otras cuestiones, los pisanos renunciaban a la isla, pero retenían en feudo de Aragón el castillo de Cáller. Córcega pasaba a Aragón por convenios. En agosto, Alfonso y Teresa regresaron a Barcelona.
En septiembre murió sin descendencia el rey Sancho I de Mallorca dejando en su testamento el reino a su sobrino Jaime, hijo de su hermano el infante Fernando que había muerto en Morea (actual Grecia) en 1316. Jaime II, alegando que el reino de Mallorca, según el testamento de Jaime I, tenía que pasar a la Corona de Aragón, se negó a reconocer al que sería Jaime III de Mallorca y ocupó militarmente el Rosellón y Cerdaña.
En 1325, el consejo de regencia de Mallorca y el infante Felipe, hermano del difunto Sancho I y tutor de Jaime III, consiguieron que Jaime II renunciara a anexionarse el reino a cambio de condonarle la deuda contraída para la financiación de la conquista de Cerdeña.
En septiembre de aquel año, en las cortes que se celebraron en Zaragoza, Pedro, de cinco años de edad e hijo del infante Alfonso, fue jurado sucesor de su padre. El infante Pedro, cuarto hijo varón de Jaime II, no juró por estar en desacuerdo. Posteriormente, Jaime II le convenció para que lo hiciese.
A finales de aquel año, sardos (naturales de Cerdeña), genoveses y pisanos promovieron sublevaciones en varias ciudades de Cerdeña contra los administradores de Jaime II. En la ciudad de Sassari fue donde se produjeron los mayores disturbios. El gobernador se vio impotente para sofocar la revuelta y defender la isla de la inminente llegada de una flota pisana. También, el castillo de Cáller se sublevó. En su ayuda llegaron las flotas de Pisa y Génova que fueron derrotadas por la de Jaime II. Ello supuso la recuperación de Cáller.
En 1326, después de sofocar todos los focos rebeldes, Sassari se rindió al ser atacada por una flota enviada por Jaime II. Como consecuencia, aragoneses y pisanos firmaron una paz que supuso para la república de Pisa la pérdida todos sus dominios en Cerdeña.
El dos de noviembre de 1327, Jaime II murió en Barcelona. Cinco días antes había muerto de sobreparto Teresa de Entenza.
El domingo de Pascua de 1328, después de jurar los usos y leyes catalanas, Alfonso IV fue coronado con gran solemnidad rey de la Corona de Aragón en Zaragoza. En la ceremonia, el nuevo rey, para manifestar que no recibía el reino de la Iglesia, se coronó a sí mismo.
Durante ese año se celebraron vistas en Tarazona (Zaragoza) y Ágreda (Soria) entre Aragón y Castilla para acordar, entre otros asuntos, una ayuda mutua para conquistar el reino musulmán de Granada.
En febrero de 1329, Alfonso IV se casó en Tarazona con Leonor de Castilla, reparando así el agravio que esta había sufrido en 1319. Leonor recibió como arras las villas de Játiva, Alcira, Murviedro (Sagunto), Morella y Castellón de Burriana (Castellón de la Plana). Durante las celebraciones, se firmó el pacto anteriormente acordado para atacar al reino de Granada. Al mes siguiente, para iniciar la guerra, Alfonso IV firmó una tregua con el reino bereber de Tremecén (norte de África), desafió a Muhammad IV de Granada, pidió al papa Juan XXII los beneficios de cruzada, envió embajadores a varios reyes europeos para que participasen en la cruzada y trasladó cinco galeras al estrecho de Gibraltar. En la primavera, antes de la celebración de cortes en Valencia, las villas aceptaron con renuencia las donaciones realizadas por el rey.
En junio, durante las cortes que convocó Alfonso IV en Valencia, se produjeron altercados que estuvieron a punto de llegar a la guerra civil entre los partidarios que querían los fueros de Aragón y los que querían unos fueros diferenciados. La razón última era que todos querían tener un libre dominio sobre sus vasallos, independientemente del nombre que se aplicara a los fueros.
Durante ese año, en Cerdeña se reprodujeron con gran violencia las sublevaciones que venían desarrollándose desde años anteriores contra el dominio aragonés y con el apoyo de Génova, que había tomado el relevo de Pisa en la isla. En la ciudad de Sácer, incitados por la poderosa familia de los Doria, sus habitantes se rebelaron contra los oficiales de Alfonso IV. El almirante aragonés Bernardo de Bojados fue contra ellos consiguiendo el apresamiento de muchos de ellos y la expulsión del resto. Luego pobló la ciudad y el castillo de Cáller con aragoneses y catalanes leales al rey. Los genoveses continuaron atacando las costas y Alfonso IV, para contener los ataques, envió una flota que bloqueó el puerto de Génova y atacó Mónaco, pero los genoveses respondieron atacando las costas de Baleares y Cataluña. Se llegaba así a una guerra abierta entre la Corona de Aragón y Génova.
A mediados de 1330, el rey de Castilla y León Alfonso XI inició la guerra contra Granada poniendo sitio a Teba (Málaga). En lo que respecta a Aragón, su ejército tuvo dificultades para progresar por la zona de Murcia por las rencillas entre el concejo murciano y don Juan Manuel, nieto del rey de Castilla y León Fernando III “el Santo” y señor del señorío de Villena que se extendía por casi toda la actual provincia de Murcia. Cuando a finales de aquel año Alfonso IV se preparaba para entrar en campaña personalmente, recibió un mensaje de Alfonso XI donde le comunicaba que había concedido por sí mismo y por el aragonés una tregua que le había pedido el emir de Granada. Esta acción del rey castellano-leonés no fue bien recibida por Alfonso IV.
También en ese año, Alfonso IV creyendo que las rebeliones en Cerdeña cederían realizando reformas administrativas más favorables a los isleños, envió delegados para ejecutarlas. Pero la continua intervención de los genoveses las hizo fracasar.
A principios de 1331 se firmó la acordada tregua entre Granada y Castilla. Casi al mismo tiempo, Alfonso IV recibió mensajeros del rey Felipe VI de Francia para pedirle que se le uniese a la guerra contra Granada para la que ya contaba con Eduardo III de Inglaterra, Felipe III de Navarra, los reyes de Escocia y Bohemia y grandes señores de Europa. Alfonso IV aceptó en agosto la propuesta, pero, debido a que Alfonso XI tenía firmada la tregua con Muhammad IV y que no quería compartir con otros reyes una empresa de conquista que consideraba privativa de Castilla, consideró que la solución sería atacar por Almería porque el derecho de conquista en esa zona pertenecía a Aragón. Seguramente por todo ello, en octubre el emir de Granada rompió la tregua e inició una campaña contra el aragonés conquistando e incendiando la villa de Guardamar (Alicante) donde tomó gran número de cautivos y ganado. A continuación asoló los campos de los territorios próximos a Elche y Orihuela (Alicante).
En abril de 1332, las tropas granadinas atacaron Elche, perteneciente al señorío del castellano don Juan Manuel, pero la llegada de Alfonso IV con sus tropas hizo que tuvieran que retirarse.
En ese año, el carácter influenciable de Alfonso IV fue aprovechado por la reina Leonor para arrancarle para sus hijos Fernando y Juan, nacidos respectivamente en 1329 y 1330, grandes concesiones y propiedades. A Fernando le dio la ciudad de Tortosa (Tarragona) con el título de marqués y las villas de Alicante, Elda, Novelda, Orihuela, Guardamar y Albarracín. A estas concesiones, que ponían en manos de la reina Leonor y de sus hijos gran parte del reino de Valencia, se opusieron casi todas las ciudades y los partidarios del infante Pedro, habido del primer matrimonio de Alfonso IV con Teresa de Entenza. El rechazo fue tal, que los mensajeros de los nuevos señores fueron recibidos a pedradas en muchas de los territorios cedidos. Una delegación de ciudadanos de Valencia manifestó al rey su voluntad de morir antes de consentir la desmembración del reino. Finalmente, las donaciones valencianas fueron revocadas por el rey, aunque la posesión señorial continuó en manos de Leonor. Debido a ello, la reina comenzó a hostigar al infante Pedro persiguiendo y desposeyendo de sus cargos a todos los partidarios y amigos del heredero, y propiciando que el infante y su hermano Jaime tuvieran que refugiarse en Zaragoza bajo la protección de su arzobispo y de algunos nobles aragoneses.
En 1333, en la Corona de Aragón se recrudeció una hambruna, iniciada el año anterior, provocada por la escasez de cereales que llevó aparejada la muerte de unas diez mil personas. Además, se produjeron graves disturbios en Barcelona debido al elevado precio del trigo. Los ataques y bloqueo de la flota genovesa agravaron la situación. Para intentar solventar el problema, Alfonso IV prohibió la salida de granos de las ciudades, importó trigo de otros reinos y favoreció la libre circulación de grano de las comarcas con mejores cosechas hacia las menos favorecidas.
En 1335, mientras la guerra continuaba contra Génova, Alfonso IV firmó una paz, que había estado negociando durante un año, con el reino musulmán de Granada y con las mismas condiciones que lo había hecho el rey de Castilla y León.
En aquel año, estando Alfonso IV enfermo, se recrudeció el conflicto que enfrentaba a la reina Leonor y sus partidarios con los del heredero Pedro. El infante Fernando, hijo de la reina Leonor, tuvo que refugiarse en el castillo de Jàtiva (Valencia), donde fue atacado por los partidarios del heredero. Más tarde, la reina, temiendo las represalias de Pedro, huyó con sus hijos a Castilla con la ayuda del ricohombre aragonés Pedro de Jérica, que había sido aquel año apartado por el rey del cargo de procurador del reino de Valencia.
En enero de 1336, Alfonso IV murió en Barcelona víctima de la enfermedad que padecía y que se había agravado el año anterior. Su carácter bondadoso, humilde y sencillo le valió el sobrenombre de “el Benigno”. Fue sucedido por su hijo Pedro IV, llamado “el Ceremonioso”.
Sucesos contemporáneos
Reyes y gobernantes coetáneos
Castilla y León: | Rey de Castilla y León. Alfonso XI (1312-1350). |
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Navarra: | Reyes de Navarra. Carlos I "el Calvo" (1322-1328) y IV de Francia. |
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Condado catalán no integrado en la Corona de Aragón: |
Condes de Pallars-Sobirá. Sibila y Hugo de Mataplana (1297-1329). |
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Mallorca: | Rey de Mallorca. Jaime III (1324-1349). |
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Al-Andalus: |
Emires del reino nazarí de Granada. Muhammad IV (1325-1333). |
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Portugal: | Rey de Portugal. Alfonso IV (1325-1357). |
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Francia: | Reyes de Francia. Carlos IV "el Hermoso" (1322-1328) y I "el Calvo" de Navarra. (Dinastía de Valois). Felipe VI (1328-1350). |
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Alemania: | Rey de Germania. Luis IV (1314-1347). |
Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Luis IV (1328-1347). |
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Italia: | Reyes de Italia (Norte). ------- Perteneciente al Sacro Imperio Romano Germánico desde 962. |
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Dux de la República de Venecia. Giovanni Soranzo (1312-1328). |
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Estados Pontificios (Papas). Juan XXII (1316-1334). |
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Rey de Sicilia. Federico III (1296-1337). |
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Rey de Nápoles. Roberto I (1309-1343). |
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Britania: | Escocia: |
Reyes de Escocia. Roberto I (1306-1329). |
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Inglaterra: |
Reyes de Inglaterra. Eduardo II (1307-1327). |
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División del Imperio bizantino. (Bizancio): |
Imperio bizantino. Andrónico II (1282-1328). |
Imperio de Trebisonda. Alejo II (1297-1330. |
Despotado de Épiro. Juan (1323-1335). |
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Imperios y sultanatos musulmanes: | Califato árabe abbasí: | Califa abbasí. (Dentro del sultanato mameluco de El Cairo). Al-Mustakfi I (1302-1340). |
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Sultanato benimerín o meriní: |
Sultanes. Abú Said Utman II (1310-1331). |